Pabellón Mies van der Rohe

El actual edificio es una réplica del pabellón que representó a la Alemania progresista y democrática de la República de Weimar durante la Exposición Universal de 1929, celebrada en Barcelona. El edificio se concibió para recibir a la comitiva oficial presidida por el rey Alfonso XIII junto con las autoridades alemanas.

El pabellón original se desmanteló al terminar la exposición, en 1930, pero al ser reconocido como una pieza clave de la arquitectura del siglo XX, se reconstruyó durante la década de los ochenta en el mismo lugar que había ocupado, justo al lado de la Fuente Mágica de Montjuïc.

El pabellón responde a la máxima del arquitecto alemán, «menos es más». Así, existe una completa fusión de los espacios, ya que Mies quería acabar con la rigidez de la diferenciación entre interior y exterior. Construido con vidrio, acero y varios tipos de mármol, la importancia del edificio reside en el ideal de modernidad que expresa la disposición de estos materiales: la perfecta simetría, los espacios diáfanos, la precisión de las distancias y el minimalismo.

El efecto se completa con la escultura de Georg Kolbe, "Alba", estratégicamente situada en un extremo del estanque del pabellón. También, dentro del pabellón se puede ver la silla Barcelona, que el propio Mies van der Rohe diseñó para este espacio. Elaborada en piel y perfil metálico, se ha convertido en uno de los iconos del diseño moderno.

Para los más curiosos

• ¿Sabías que...? El pabellón está considerado una de las cuatro piezas canónicas de la arquitectura del movimiento moderno, junto con el edificio de la Bauhaus de Walter Gropius, la villa Savoye de Le Corbusier y la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright.
• Consejo del barcelonés: En la actualidad, el pabellón está gestionado por la Fundación Mies van der Rohe, que organiza visitas guiadas para conocer el edificio.
• Imprescindible para: Las personas interesadas en los movimientos arquitectónicos del siglo XX.